viernes, 6 de marzo de 2015

Diez mil y una miradas.

Hay miradas que se esconden detrás de tus pensamientos
y los empujan a hacer nudismo.

Otras llevan pintura de guerra,
pero solo es un disfraz de carnaval.

Algunas miradas no se han duchado desde que nacieron
y no piensan hacerlo nunca.

Existen las miradas Torquemada
con autoridad para perdonarte hasta el último de los pecados.

Hay algunas que son futurólogas
y te dejan incluso ver lo que todavía no existe.

Muchas de ellas serpentean tratando de ser verdad
cuando en realidad son mentira.

En algunos ojos intentan descansar miradas
que desearían encontrar la paz en cuencas cerradas para siempre.

Y luego está tu mirada.
Una mirada que al mismo tiempo es nueva y es vieja.

Como lo es cada día, el sol.