domingo, 2 de noviembre de 2014

Sinfonía en morado

Que mi música se vista de morado.

Que viaje como en clave de sol al atardecer
dejando las montañas llenas de musgo púrpura.

Que cada sonido se lleve los miedos de la humanidad y que su rastro huela a lavanda.

Que cada flor violeta sea un beso y que esos besos regalen cada oído.

Que nuestras venas sean las cuerdas de guitarra y nos inviten siempre a bailar el universo.

Que nos pongamos morados de canciones donde la dignidad sea digna hija de la humildad.

Que las saetas abandonen la tristeza igual que las lilas traen la alegría a la primavera.

Que el vacío entre el tu y el yo no se quede en blanco
y la vida pueda seguir tocando en armonía.

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